martes, 17 de mayo de 2016

VALOR SOCIAL Y MORAL DEL TRABAJO



TECNOLÓGICO NACIONAL DE MÉXICO
INSTITUTO TECNOLÓGICO DE TUXTEPEC

 
















CATEDRÁTICO: María del Rocío Espinoza Ávila.         
PRESENTA:
 Blanca Lucero Santiago Galán.
Patricia Tadeo Rodríguez
Yolibeth Méndez pacheco
Elizabeth Méndez Vargas
Heladio de Jesús Ordoñez García
Daniel Velasco Manzo
Nelson cesai García salinas
Luis miguel Juan Ortiz

         MATERIA: Dinámica Social.
        TEMA: valor social y moral
        CARRERA: Contador público.                                                                    
San juan bautista Tux. Oax. a 18 de mayo  del 2016.





INTRODUCCIÓN

En los últimos años, han surgido diversos y muy variados estudios que han intentado dar contenido al concepto de valor social y más aún dotarlo de consistencia de cara a su reconocimiento por parte de todos y cada uno de los actores sociales. No está siendo fácil dado que, la medición de intangibles no posee una cuantificación exacta pero, sin lugar a dudas, a día de hoy nadie cuestiona ni pone en duda, el aporte de valor que otorgan a las entidades, empresas, administraciones, etc. Se han escrito como dicho infinidad de conceptos sobre el valor de los seres humanos, y muchas veces, al ser un término tan subjetivo, se nos hace imposible identificarlos como definirlos; aquí trataremos de explicar los más objetivamente posible lo que la palabra “valor” significa y cómo ésta ha mutado considerablemente a través de los años. Como mencionamos previamente, no vamos a hablar aquí de los valores económicos ni mobiliarios, sino haremos referencia a aquellos que guían al ser humano en sus acciones.  Ésta es la que nos ayuda a discernir lo bueno de lo malo y la que, consecuentemente, fijará los valores de cada uno de nosotros; por ejemplo, si desde niños nuestros padres nos dicen que ayudar es bueno pero robar es malo, sabremos en el interior de nuestra conciencia, que si tomamos algo que no es nuestro, estaremos cometiendo un delito.
VALOR SOCIAL Y MORAL DEL TRABAJO

Dice el dicho: “El trabajo significa al hombre”, es por eso que el trabajo adquiere dos sentidos:
* Moral. Que tiene que ver con la forma en la nuestra escala de valores se ve inmersa en nuestro quehacer laboral.
* Social. Con el compromiso intrínseco que adquieres como entidad productiva hacia la sociedad, para devolverle lo que ella te ha prestado a ti.
Valor social: Es el resultado generado cuando los recursos, procesos y políticas se combinan para generar mejoras en la vida de las personas o de la sociedad en su conjunto.
Valor Moral: no es más que el conjunto de normas y costumbres que son trasmitidas por la sociedad al individuo y que representan la forma buena o correcta de actuar. En este sentido, los valores morales nos permiten diferenciar entre lo bueno y lo malo, lo correcto y lo incorrecto, lo justo y lo injusto.

Cada cultura desarrolla un tipo específico de relaciones sociales para atender la actividad laboral que impacta decisivamente en las características de cada sociedad y en la cultura y forma de vida de sus habitantes. La constitución misma de la Humanidad como especie social está vinculada al desarrollo de relaciones cooperativas en el trabajo.

Por otra parte el conflicto social derivado de las relaciones laborales es una de las cuestiones más importante en el desarrollo de la historia de la humanidad.
  El trabajo humano ha conseguido una valoración en dos aspectos fundamentales:

Individual
 En la construcción y validación de su propia individualidad.
Sentirse realizado.
 Valoración de lo anterior.
Trabajo solo en mi profesión, ejemplo de las hojas.
Status, escalas de valoración.

Colectiva
Aporte a la sociedad en la especialidad que desarrollo.
Aporte al sistema económico, porque si gano, pago.

Trabajó como valor de cambio.
Una primera precisión, es que no todos los hombres trabajan igual, sino que su trabajo depende de su edad, de su experiencia, su habilidad, etc. Más viejo más lento. Pero más experiencia.
La cantidad de trabajo se mide en horas, pero tampoco se puede establecer un criterio completamente unificador entre todos los trabajos, pues no todos los trabajos son iguales.
Es el ámbito de las aspiraciones personales donde se busca la satisfacción personal.

Por otro lado, el trabajo ha de ser rentable, es decir, ha de generar un rendimiento social. Se realiza dentro de una organización social del trabajo. Así, el trabajo improductivo no incrementa las posibilidades del plexo instrumental que constituye la economía.
Tenemos dos elementos: el subjetivo que implica a la persona que ejerce su actividad y el objetivo que implica el ámbito de medios o instrumentos laborales.
Existe una tensión entre la creatividad personal, de un lado, y la homogeneización que implican la competencia y la división del trabajo, del otro.
Muchas veces no aparece clara la relación: no se sabe si se trabaja para vivir o se vive para trabajar.
La misión de una empresa pública o privada es producir bienes y servicios de alta calidad y a precios razonables para la sociedad. La empresa no vende sino crea valor social a través del trabajo mancomunado del empresario, el profesional y el obrero, quienes, junto con los factores de capital y tecnología, satisfacen necesidades humanas y fomentan el bienestar del individuo.
Existe la equivocada noción, inclusive en sociedades avanzadas, de que la empresa es sólo un ente que produce ganancias a sus accionistas o impuestos al fisco y se desconoce la contribución que destina a la sociedad en su conjunto. La empresa eficiente alcanza destrezas tecnológicas y gerenciales para producir un bien o servicio que el colectivo necesita para su bienestar material y espiritual.
Hay empresarios que defraudan a sus clientes y proveedores tomando una porción exagerada de su valor social, o fiscos que imponen impuestos más allá delo racional. Ambos pueden descapitalizar un ente productivo. Por eso un Estado responsable protege la constitución y función social de la empresa.
La creación de valor social, la generación de empleo, la formación de recursos humanos, las destrezas operativas, el entramado de productividad que se constituye a través de la relación de la empresa con clientes y proveedores, el desarrollo científico y tecnológico y la implantación de elevados estándares de higiene, seguridad y ambiente, son muchas veces pasados por alto por un empresario inescrupuloso o un fisco insaciable.







CONCLUSIÓN

Cada persona es única y especial y por tal motivo le confiere valor y significado a la realidad, pero esta perspectiva de realidad crece de acuerdo con nuestra historia de vida, así mismo tiene que ver con factores psicológicos, sociales y económicos; y de acuerdo a estos factores vamos creando, encontrando y a veces distorsionando el significado a la vida, por lo que cada persona valorara de manera diferente. De estas valoraciones que tenemos acerca de la realidad nace el valor hacia las personas, hacia las cosas, hacia los animales, hacia la vida y hacia nosotros mismos.
Como vimos los valores morales los aprendemos en el núcleo familiar y los vamos cimentando con nuestras experiencias, y de los valores morales aprendemos a valorar a nuestros semejantes, a nuestra persona y hacia la vida.
De nuestra valoración individual como persona es como hacemos crecer y mermar la autoestima, y como vimos cuando se tiene una autoestima normal respetamos nuestra persona y nuestros actos, pero cuando la autoestima se encuentra inflada o baja se llegara a cometer actos negativos que perjudiquen nuestra persona y la de los demás.      

Los valores morales, entre ellos, el respeto, la tolerancia, la honestidad, el trabajo, la lealtad y la responsabilidad, entre otros, surgirán y se inculcarán a cada persona, primordial mente, en el seno familiar, por lo cual las relaciones con el padre, la madre, los hermanos, los abuelos, los tíos y todos aquellos otros involucrados en el seno familiar, deben contar con la calidad adecuada, para ser estos correctos transmisores de todos esos valores que mencionábamos más arriba.


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